lunes, 15 de diciembre de 2008

Tis' the season to be frightened ♫


Papá Noel, estrellado por la Crisis

Llegó el momento de temblar!!!
Y no por los fríos, mis estimados y escasos lectores. No. No me refiero a los climas horrorosos que se nos vienen encima como avalancha de malas noticias o como deudas después del disfrute y la locura del pago de aguinaldos. Me referiré a otros asuntos más espeluznantes.

Primero: La Crisis Económica.

Para empezar, General Motors, una de las empresas más sólidas de México, anunció que mandará "de vacaciones" a sus empleados de sus tres plantas armadoras de Silao, San Luis Potosí y Ramos Arizpe desde el 22 de diciembre al 2 de enero.
La cosa no sería espectacularmente de miedo si tomamos en cuenta que mucha gente está de vacaciones en esas fechas y la afluencia a las concesionarias disminuye sensiblemente, pues la compra de electrodomésticos y de regalitos para la familia cambia los planes en la compra de autos.
Snin embargo, estos paros "técnicos" (a mi me suenan bien rudos) continuarán todo enero y mediados de febrero, lo que antoja una cuesta de enero espeluznante para los habitantes de esas zonas.
Eso es en la rama automotriz. En el terreno local, la cadena de despidos parece estarse guardando para enero y febrero, cuando arrecie el frío invernal y el gélido clima financiero.
Y para acabarla, ni nuestros parientes en el exterior pueden aventarnos manque sea una cobijita...
De acuerdo con un estudio reciente, el número de trabajadores migrantes en Estados Unidos se desplomó drásticamente, y se calcula que unos 234.000 empleados de origen latino (en su gran mayoría mexicanos) salieron de la fuerza laboral de Estados Unidos por los vaivenes económicos y por su imposibilidad de crecer en el empleo.



Crisis? cual crisis?

Segundo: La Inseguridad.

Este ya es un tema muy trillado... que ya balacearon al jefe policial X, que ya encontraron más decapitados en tal ciudad, que ya dejaron lleno de plomo el cadáver de algún capo, de algún jefe policial o de algún político en otro lugar, y en todo el país hay secuestros, robos, asesinatos con violencia, etcétera.
Si a esto le sumamos la desesperación por el desempleo y por otras cosas, la cosa se va a poner tan fea, como la que les voy a relatar a continuación.
Sólo en México, un experto antisecuestros estadounidense, que ofrecía asesorías a familias cuyos integrantes están secuestrados, también fue tomado por la fuerza y está en manos de secuestradores en el norteño estado de Coahuila. O sea, que fue un auténtico machetazo a caballo de espadas.
Además, siendo año electoral y con el regreso con brío del ala radical de los partidos izquierdosos, más intentos de toma de calles, de reclamos airados, de actos violentos y conatos de bronca veremos por todos lados.
Además, si no eres famoso ni adolescente, si te desaparecen, para que vuelvas a aparecer va a estar cañón. Por ello, les recomiendo que aprovechen los días navideños para poner en calma sus conciencias y pasen por el confesionario para aligerar la carga pecaminosa...



Los secuestros, un flagelo que nos hiere a todos

...Y Tercero: La inflación

De un mes para otro, los precios aumentaron un 6% según nos relata el Banco de México. Las amas de casa, el verdadero termómetro de cuánto sube la vida, calculan que las cosas han subido de entre el 30% y el 60%. Así que si antes cenábamos a tres tiempos y puros platillos de cosas exquisitas y caras, ahora nos contentaremos con preparar cositas tradicionales con harta economía (ensaladas, en suma) y esperar a que algún loco potentado nos invite a comer bacalao, romeritos con tortitas de camarón, el pavo relleno, el lomo adobado y todas esas cosas que se comían antes, de lo que ahora nos tendremos que abstener pues el incremento en los precios ha sido drástico.

Ejemplo... Bacalao sin espinas, en lomos, el año pasado andaba en los 150 pesos. Hoy está entre los 239 y los 269 pesos el kilo, no tan limpio, y pa acabarla, el paquetito que venden y que se niegan a abrir no pesa menos de dos kilos, así que el costo oscila alrededor de los 500 varos.



Sueños Guajiros...

En fin. No quiero amargarles las Navidades, así que les deseo lo mejor, que la crisis no los alcance (como dijo Carstens) que la delincuencia ni los mire y que la inflación les permita disfrutar manque sea un poquito. Son mis más sinceros deseos.