viernes, 31 de enero de 2014

La crisis que se nos viene encima



Desde el 2013 y durante gran parte del año, se habló de la desaceleración de la economía china, del frenazo que había sufrido previamente Brasil, de la crisis que enfrentaba India y de los problemas de tipo de cambio que afrontaba Turquía, además de la persistente crisis y protestas en Grecia, en España y en Portugal.
Súmele a todo esto que las principales economías tanto en Estados Unidos como en el resto de Europa no han mejorado tampoco, y esto nos arroja una situación nada halagadora al corto plazo.
Me explico: China terminó el tercer trimestre del 2013  con un crecimiento de 7,8 por ciento, apenas por encima del 7,5 por ciento que habían calculado sus autoridades para el año, y con perspectivas de una nueva ralentización, debido a que sus principales socios están sufriendo sus propias crisis económicas.
El dragón chino: se enfría su aliento de fuego

Además, el enfriamiento en los estímulos económicos de Estados Unidos, cuya economía se encuentra frenada desde hace ya varios años y con un crecimiento de 1,9% en todo el 2013, llevó a la Reserva Federal a decidir la reducción de los tipos de interés a casi cero y a suspender y frenar algunos estímulos económicos, lo cual ha agravado la situación, pues la tasa de desempleo, aunque se redujo a 6,7 por ciento al concluir 2013, la cifra sigue siendo decepcionante pues tienen más de cuatro millones de personas que han estado sin trabajo por seis meses o más tiempo.
Para combatir este desempleo de largo aliento, el gobierno del presidente Barack Obama formalizó una alianza con los directtores ejecutivos de algunas empresas importantes del país (como Wal-Mart y Apple) para establecer programas de trabajo temporal.

OTROS GOLPEADOS POR LA CRISIS
En tanto, en la India, la crisis de los mercados emergentes y los embates de las crisis económicas están generando presiones sobre el tipo de cambio de la rupia, la moneda local, en su cotización frente al dólar estadounidense y al euro. Esto llevó al mercado central a elevar sus tipos de interés en 25 puntos básicos y con ello colocó su tasa en el 8 por ciento.
Otro país que está sufriendo los mismos embates es Turquía, que ha atestiguado una fuerte devaluación de la lira, su moneda local. Esto llevó a las autoridades monetarias a elevar sus tipos de interés hasta el 12 por ciento, lo cual seguramente ayudará a frenar la fuga de divisas, pero probablemente lo hará a costa del crecimiento económico del país, el cual no ha sido satisfactorio.

La economía griega, como la Acrópolis: en ruinas

Si le agregamos además que uno de sus países vecinos, Grecia, amenaza nuevamente con caer en el incumplimiento de sus compromisos internacionales debido a las estrictas medidas económicas que tuvieron que enfrentar para evitar la bancarrota y su salida de la zona del euro, no les produce precisamente un alivio a tanto problema.
América Latina tampoco se escapa
Durante la semana anterior, una fuerte devaluación del peso argentino también ejerció presiones adicionales a la región latinoamericana, que si bien también ha sufrido un fuerte freno en su ritmo de crecimiento, al menos se había mantenido como una de las zonas que parecía haber escapado a los embates de la crisis económica en Europa y Estados Unidos, gracias al dinamismo y al consumo interno, además de una nueva cercanía con China, la cual ha invertido decisivamente en algunos países sudamericanos.
El peso argentino sufrió una depreciación del 34 por ciento en su cotización frente al dólar estadounidense y por la lentitud en su reacción para frenar la devaluación de su moneda, se teme que esto incidirá en la inflación que azota al país, que en 2013 superó el 28,3 por ciento, de acuerdo con analistas independientes (el gobierno cifró la inflación en 10,8 por ciento). Se cree que para cuando concluya 2014, cada dólar estadounidense se cotizará en 12 pesos argentinos. 
Para acabarla de amolar, Brasil ya sufre el contagio: Durante 2013, el real se mantuvo en un rango de dos unidades por cada dólar y ahora, con perspectivas de un crecimiento modesto de 2,8 por ciento, cada dólar se vende en Brasil en 2,41 reales.
México no es la excepción. Ante las presiones de declive en los otros mercados latinoamricanos, el peso mexicano también ha perdido terreno en su cotización frente al dólar estadounidense. Además, ante un repunte de la inflación durante la primera quincena de 2014, de 4,8 por ciento, y por otros factores externos, el peso mexicano también se ha visto empujado a la baja, al cotizarse en 13,3760 por dólar en su tipo de cambio interbancario.
Ante estas perspectivas y sin ánimo de ser pesimista, al parecer 2014 será un año de retos difíciles en el terreno monetario y de crecimiento.