jueves, 21 de enero de 2016

Con ustedes, las Tonas y los Nahuales de Copal... (para el público general, los alebrijes de Oaxaca)

Por Alejandro González M.


Desde hace ya varias generaciones, los artesanos de algunos pueblos de Oaxaca, como San Martín Tilcajete y San Antonio Arrazola, por ejemplo, han dedicado sus esfuerzos a cuidar la madera de copal, para cortarla, tallarla con esmero y dedicación, buscando aprovechar la textura y forma de la misma para elaborar figuras de animales con movimiento y vida, y las adornan con pinturas estupendas y con patrones zapotecos, dando un mayor lustre a las piezas y al trabajo de los maestros que las producen.

Por su esmerada elaboración, cada pieza parece cobrar vida ante nuestros ojos
¿DE DONDE VIENEN LOS ALEBRIJES?
En el resto del país solemos llamar a estas figuras de madera "alebrijes", aunque el término fue acuñado en la hoy Ciudad de México en 1936 por el maestro cartonero Pedro Linares López, quien, al ser víctima de algunas fiebres, llegó a pensar en personajes fantásticos y oníricos, y los bautizó con ese nombre, al considerarlos como "sueños de la muerte".

Una visión terrorífica de una tortuga con cabeza de serpiente y jaguar

LAS TONAS Y NAHUALES, ORIGEN DE ESTA BELLA TRADICIÓN OAXAQUEÑA 

Las manos de los artesanos mexicanos, particularmente en Oaxaca, ya realizaban figuras de madera desde años atrás, las tallaban con cuidado, las pintaban con imágenes llenas de policromía y diseño estético y las vendían en los mercados.
Casi siempre llevaban algunos animales que eran venerados dentro de la cosmogonía zapoteca y por ello el cuerpo de las piezas de madera siguen patrones estéticos y geométricos relacionados con esa importante cultura indígena.
Había de dos tipos: las tonas (animales con rostros humanos) y los nahuales (animales protectores de cada persona de acuerdo con su fecha de nacimiento).

El jaguar es un animal considerado como nahual (protector) en la cultura zapoteca
Posteriormente e imbuidos por un afán artístico y por el desafío que implica el diseño, los maestros oaxaqueños comenzaron a trabajar lo que ellos llaman "fusiones", es decir, figuras de dos o más animales interactuando entre sí, dentro de esos sueños fantásticos denominados alebrijes.

De un mismo pedazo de madera pueden surgir "fusiones": dos animales en uno.
 Oaxaca los espera con los brazos abiertos para mostrarles su arte y su trabajo, que además, está sustentado en la conciencia ecológica.

Por ejemplo, en San Martín Tilcajete, se está trabajando en un programa que busca recuperar y aprovechar toda la madera muerta que hay para construir y hacer alebrijes, y a su vez, plantar nuevos vástagos de madera de copal, para que esta artesanía sea totalmente autosustentable, gracias al trabajo de talleres como el de Jacobo y María Ángeles. Si quieres saber más sobre estas bellísimas obras de arte, que tallan, pintan y exhiben con orgullo y con el amor de una familia, visita su portal de Internet: http://tilcajete.org.

Ven, te invito a que veas un video que realizó el equipo de producción audiovisual de Conaculta en 2015 sobre el proceso de cada una de estas figuras y lo importante de desarrollo y de la labor educativa y de preparación que lleva cada una de ellas:

Te sorprenderás con el proceso de producción