viernes, 31 de julio de 2009

Estas ruinas que veis...


La pirámide del Sol en Teotihuacán... 64 metros de maravilla
Hace unos cuantos días se me ocurrió visitar junto con mi familia las pirámides de Teotihuacán. El viaje, aunque un poco largo y tedioso por un error en la planeación de carreteras, tuvo amplias recompensas al llegar a los imponentes monumentos prehispánicos.
Allí, soportando vientos, tormentas, cambios de administraciones y la voracidad de comerciantes ambulantes, turistas poco enterados y buscadores de bioenergía, se levanta la Pirámide del Sol, todo un espectáculo majestuoso en un valle que gracias a la escasa lluvia, me tocó observar reverdecido.
Al frente, la larga Calzada de los Muertos, donde los antiguos Toltecas caminaban y se organizaban para festejar y celebrar a sus deidades en esta enorme ciudad, con pinturas, cerámica, esculturas, y las pirámides, una sobre otra, con un avance de ciencia y tecnología que nos envidian aún muchas culturas.


La visión del valle desde la Pirámide del Sol, donde la vida resurge

Más adelante, la Pirámide de la Luna, igualmente imponente, pero desgraciadamente cerrada en su cima por el Instituto Nacional de Antropología e Historia por el deterioro que ha sufrido en los últimos años debido a la sobrecarga de visitantes.
Asimismo, varios edificios donde vivían las familias gobernantes, así como vestigios de una cultura pujante que repentinamente desapareció sin dejar más rastro que sus obras magnificas.


La Pirámide de la Luna tomada desde la Pirámide del Sol. Un orgullo mexicano

Esta entrada la hago para que los que vivimos acá hagamos una reflexión.... ¿por qué no nos sentimos más orgullosos de estas maravillas que nos regalaron nuestros ancestros? ¿Por qué tenemos que esperar a que vengan personas del exterior a llevarnos a nuestras propias ruinas arqueológicas, para comenzar a docunentarnos y entender su cosmogonía y sus maravillas?
Esta es una invitación para que tu, amable lector, te tomes el tiempo para visitar tus raíces, tu cultura, y para que te sientas orgulloso de ellas y las muestres al mundo con esa alegría y esa disposición a entender tu propia historia.


La Calzada de los Muertos, que comunica a las Pirámides con la Ciudad de los Dioses