sábado, 20 de octubre de 2012

De candidatos y presidentes electos

De vuelta a las andadas: Tras un par de debates, los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, el republicano Mitt Romney y el presidente Barack Obama, nos han regalado más de lo mismo... pocos anuncios fuertes, muchos ataques y acusaciones entre sí y mucha animosidad. Sin embargo, aquí lo que hace falta y mucho, es un trabajo bipartidista para reanimar una estancada economía, pero con una visión más enfocada a lo social. ¿De qué le sirve a la gran potencia económica serlo si está a nada de volver a regresar a la recesión, al estancamiento y a la pérdida de empleos porque ni los candidatos ni sus partidos pueden convenir en planes para el país? Una vez más, ahora en estos comicios --como cuando ganó la presidencia por primera vez Bill Clinton-- el tema central es la economía, después de gobiernos desastrosos republicanos encabezados por alguien en la Casa Blanca llamado George Bush. Igual que en esas épocas, se buscaba impulsar a la mayor economía del mundo y en cierta manera Clinton lo logró, al tener durante sus ocho años de gobierno el crecimiento más sólido en muchos años. Sin embargo, la presidencia cambió de manos y cayó en otro George Bush (hijo) y con sus malas decisiones, además de la poca regulación en Wall Street, una vez más se vieron en problemas. Bush hijo se fue como uno de los presidentes menos populares de la historia de Estados Unidos, y el país quedó en manos de Obama, quien con una imagen renovada y más fresca, intentó sin poder conseguirlo reactivar una economía que se venía derrumbando estrepitosamente. Para colmo de males, en cuatro años no tuvo la posibilidad de frenar lo que muchos ven como su principal obstáculo: revertir la pérdida de empleos, algo que los republicanos, que mucho han hecho para no resolver el problema, utilizan como argumento electoral para ganar los comicios con un candidato multimillonario pero lejano a las necesidades del estadounidense común y corriente que está batallando para cubrir con sus gastos y sus necesidades. A POCO SI... Cambiando de tema, se mencionó en días pasados que la gira por Europa que se aventó el presidente electo Enrique Peña Nieto costó 1,8 millones de pesos mexicanos, lo cual se me antoja como que muy barato. ¿Será que ahora sí veremos un gran cambio en la forma de viajar de nuestros políticos, con cuentas más acotadas? ¿O el viaje salió de su bolsillo? Habría que preguntar, no creen?