Me puse a meditar lo que pueden provocar unas cuantas lluvias....
Ríos desbordados, inundaciones en diversas partes, desborde de vasos reguladores y canales de desagüe, fuga de aguas negras de las alcantarillas, accidentes de tránsito, atarugamiento de los conductores de autos, camiones, micorbuses, etcétera, daños a las vías del metro, caída de árboles, cortes al suministro eléctrico y muchísimas declaraciones sin sentido de nuestros adorados políticos.
Pero por otro lado tenemos: aire más limpio, más respirable, recuperación de los mantos freáticos, reverdecer de nuestros alrededores, mejores paisajes, agua en mayor abundancia si la logramos aprovechar, y sobre todo, muy buenas oportunidades para que los chamacos salgan, se mojen, se diviertan y acaben resfriados (pero lo bailado, quién se los quita?).
Si bien es cierto que a los que vivimos en ciudades no nos gusta mucho ver la lluvia, hay que verlo como la bendición que es, pero con las reservas del caso... hay que acostumbrarse a salir un poco antes de casa (o un mucho, asegún, como diría mi nana), a no olvidarnos el paraguas en ningún lado (sobre todo en transportes públicos), a tener cuidado de los charcos y los conductores moja-bobos, y a las fallas de los valientes que creen que en vez de auto traen vehículos anfibios y acaban atascados o ahogados en grandes encharcamientos (porque en esta ciudad está prohibida la palabra "inundación").
Ahora que en los próximos días podré fugarme de la locura cotidiana de esta ciudad, quiero ver cómo los campos reaccionan ante la caída de estas lluvias. Ojalá que podamos aprovecharlas lo suficiente como para evitar que los alimentos se nos pongan más caros cada día, y que todos los que tienen tierras puedan tener el suficiente sustento en casa para no tener que buscar otras alternativas en otros lados.
Ríos desbordados, inundaciones en diversas partes, desborde de vasos reguladores y canales de desagüe, fuga de aguas negras de las alcantarillas, accidentes de tránsito, atarugamiento de los conductores de autos, camiones, micorbuses, etcétera, daños a las vías del metro, caída de árboles, cortes al suministro eléctrico y muchísimas declaraciones sin sentido de nuestros adorados políticos.
Pero por otro lado tenemos: aire más limpio, más respirable, recuperación de los mantos freáticos, reverdecer de nuestros alrededores, mejores paisajes, agua en mayor abundancia si la logramos aprovechar, y sobre todo, muy buenas oportunidades para que los chamacos salgan, se mojen, se diviertan y acaben resfriados (pero lo bailado, quién se los quita?).
Si bien es cierto que a los que vivimos en ciudades no nos gusta mucho ver la lluvia, hay que verlo como la bendición que es, pero con las reservas del caso... hay que acostumbrarse a salir un poco antes de casa (o un mucho, asegún, como diría mi nana), a no olvidarnos el paraguas en ningún lado (sobre todo en transportes públicos), a tener cuidado de los charcos y los conductores moja-bobos, y a las fallas de los valientes que creen que en vez de auto traen vehículos anfibios y acaban atascados o ahogados en grandes encharcamientos (porque en esta ciudad está prohibida la palabra "inundación").
Ahora que en los próximos días podré fugarme de la locura cotidiana de esta ciudad, quiero ver cómo los campos reaccionan ante la caída de estas lluvias. Ojalá que podamos aprovecharlas lo suficiente como para evitar que los alimentos se nos pongan más caros cada día, y que todos los que tienen tierras puedan tener el suficiente sustento en casa para no tener que buscar otras alternativas en otros lados.
2 comentarios:
Pues a pesar de vivir en la ciudad más grande del mundo, la verdad es que disfruto muchísimo de la lluvia. Prefiero estos días a aquellos acalorados que tuvimos en abril o mayo, pero tmb es una tristeza que las zonas de mayor vulnerabilidad de la ciudad son las más afectadas y como siempre terminan en desgracia... No olvidemos que hay una alerta sobre una posible inundación en el DF...
nunca me ha gustdo mucho que llueva precisamente por que mi ciudad no esta planeada para tal acontecimiento.. sin embargo.. vivo en una región donde cada lluvia se toma como una bendición y alegría apesar de lo caotico que se vuelve la ciudad.. el porque es sencillo; AGUA!!
Vivo donde no hay agua.. en el desierto de Sonora... acá el agua se racionaliza.. y no se toma de la llave, no al menos en la capital del estado.. porque? porque no hya mucha y la poca que hay tiene altas cantidades de fluor, por eso se toma embotellada.. de garrafón.. pero sabemos que si no llueve.. no se riegan los campos.. no habra que comer entonces para los animales.. no habra muchas fuentes de trabajo.. no podra haber tanto agua en el verano ´para bañarnos..etc etc..
Entonces con todo y todo.. baches, alcantarillas y calles inundadas.. gracias a dios que llueve!!
Publicar un comentario