lunes, 6 de abril de 2009

Que sí, que no... que anulo, que no anulo....

¿Qué hacer con nuestro voto?
En varios medios de comunicación en México en esta semana se han tomado la labor de preguntarle a la gente qué piensa hacer con su voto, sobre todo ahora que las encuestas parecen mostrar tendencias disímbolas y contrastantes casi cada semana, debido al desencanto de los mexicanos en general con sus gobernantes y políticos.
Muchas promesas incumplidas, muchas discusiones sin sentido, pleitos internos, guerras por cargos, candidaturas y otras lindezas han llevado que el electorado mexicano haya perdido confianza en sus políticos y en sus gobernantes y aunque en la actualidad los partidos parecen estarse poniendo de acuerdo al menos en la forma (si no en el fondo) en algunos temas cruciales, como en la aprobación de una ley de extinción de dominio en los bienes de delincuentes, en ponerle coto a los altos costos de las campañas políticas y en otros asuntos de mayor o menor importancia pero que revisten un buen botín político.
Sin embargo, los partidos que han estado en el poder a nivel federal (el PRI y el PAN) lastimosamente han fracasado rotundamente en ofrecerle a la gente un respiro a su pobreza, a sus problemas económicos y a las crisis que empobrecen a todos. Suelen presumir de mucho control en las finanzas, pero las quejas de las amas de casa son cada vez más claras porque el dinero que se da en salarios no alcanza para nada.


PRI-PAN, más de lo mismo

Súmele que nos inventaron nuevas cargas impositivas como el Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU), los incrementos a los impuestos de predial, a las tenencias y a otras cosas, además de los impuestos que nos cobran por cada cosa que compremos con el IVA, el famoso impuesto por ingresar dinero en una cuenta bancaria, además de todas las comisiones que se encajan los bancos, entre otras.
Agréguele todos los impuestos que nos cobran de manera indirecta en lo que comemos, en lo que bebemos, en lo que utilizamos diariamente para subsistir, más las propinas que te sacan los funcionarios públicos (aunque insistan que esas corruptelas se acabaron), los intentos de soborno, la mordida camuflada y otras simulaciones, y ¿qué tenemos? gente harta de promesas de cambio que nunca llega.
En tanto, otros utilizan todos estos errores para llevar agua a su molino político, pero con una división interna tan brutal, que sus ideas terminan siendo saboteadas desde el interior de sus propios partidos, donde demuestran su incultura y sus intereses mezquinos rechazando los resultados de sus propias elecciones internas, llevando a cabo prácticas sucias electorales, como compra de votos entre las poblaciones más marginales con obsequios en especie o en efectivo, la saturación ilegal de casillas, el robo de urnas y otro tipo de mapacherías que nunca parecen acabarse en nuestro país.
Lo que resulta más feo aún es que el líder del PRD, Jesús Ortega, se niega a ver el cochinero en el que caen una y otra vez y no ha podido organizar a sus huestes y a las de las otras "tribus" perredistas para que se pongan en orden y realmente actúen como la izquierda fuerte y sólida que el país necesita, como contrapeso a las políticas de derecha y ultraderecha, y no como jovenzuelos rijosos que se agarran a moquetes afuera de la secundaria "porque lo miró feo" o porque "no somos de la misma corriente".

El PRD, de cochinero en cochinero
Con todo lo anteriormente expuesto se entiende por qué México, siendo una de las naciones que podría gozar de una democracia sólida y valiosa, sigue hundida en la mediocridad: porque los gobernantes no han estado a la altura y los ciudadanos seguimos sin querer participar y formar parte de un cambio real en las estructuras partidistas, por miedo a la guerra interna o bien por desidia y por no llevarle la contraria a esa gente que sólo ha medrado con la democracia de nuestro país, que tanta sangre de personas valiosas ha costado para tenerla y que no sabemos como defenderla.
Más de uno ha expresado su deseo de anular su voto en las elecciones, como una forma de protesta a las arbitrariedades. Sin embargo, mi consejo es que antes de anular su voto, conozcan a los políticos que quieren tenerlo, háganles preguntas, cuestiónenlos, exíjanles resultados y entonces, si así no te convence ninguno, entonces anúlalo o déjalo en blanco. No hay que olvidar que el voto es un derecho, pero también una obligación, y no hay que dejar de sufragar sólo porque los candidatos "no nos llenan el ojo".

4 comentarios:

Mafalda dijo...

Pues si yo votaré... es mi derecho.. es mi obligación y la haré valer..

Un besote amigo mío espero que estes disfrutando de estas vacaciones =)

Taito dijo...

Mi querido Ale, hace tiempo que decidí no polemizar con estos temas, pero sólo te comparto lo que yo haré: No pienso votar y no pienso ser funcionaria de casilla (como pretendían que fuera), ni siquiera porque los políticos sean como sean, sino porque en las elecciones pasadas no se respetó mi voto.
Decidí que cada pueblo tiene el gobierno que se merece y mi voto no va a cooperar en este teatro nunca más.
Un abrazo

Parvati dijo...

Yo voto, porque quiero un Mexico, diferente, aun cuando las propuestas son mera promesa, prefiero decir yo participe, yo vi, yo busque, yo analice y ejerci mi derecho, como ciudadano, como individuo que vivo en sociedad... se que vivimos presa de una mafia, que solo le importa el poder si yo pongo mi grano de arena para luchar y ese es votando... y si mi Mexico esta como esta es porque lo hemos dejado que asi se cree...

@le-lunit@ dijo...

Q ondas!
Pues yo si planeo votar pero entre que soy medio mala buscando y me hago bolas con la informacion por mas que busco sus propuestas planes y demas no logor encontrar mucho entras a las paguinas de los partidos y pa encontrar eso esta de locos! no pretende terminar igual que mucho votando nomas x el partido y no por las ideas que son realmente las que cuentan
Saludos

Peace&Love